A PROPÓSITO DEL ARROYO DEL OJANCO...

Aunque cada vez somos más conscientes de la necesidad de conservar nuestro patrimonio histórico, y que comienzan a dar fruto los esfuerzos por recuperarlo, todavía queda mucho camino por recorrer...

En un artículo publicado por M. Pastor y A.u. Stylow en el nº 7 de la revista Anales de Arqueología Cordobesa (1995), se menciona la existencia de 4 epígrafes latinos que unos meses después del hallazgo de la villa de los Baños en el Arroyo del Ojanco, Jaén (1985) fueron casual y precipitadamente documentados al ser localizados en una tienda de antigüedades de Granada antes de ser trasladas a "un lugar de Sevilla" para su venta. Según el dueño de la tienda (seguramente expoliador también y claramente partícipe del mercado negro de antigüedades) el Arroyo del Ojanco era una mina de lápidas romanas, pues calcula la existencia de más de cien. Estos epígrafes, que como denuncian los autores del artículo, estaban siendo expoliados por furtivos para negociar con ellas en el mercado negro, debían formar parte de una necrópolis romana asociada a la villa. Resulta sorprendente que en los resultados de la excavación de urgencia realizada en 1985 por F. Hornos, M. Castro y J.M. Crespo (publicados en el Anuario Arqueológico de Andalucía, Sevilla, 1997, III, pp. 210-216) no se mencione nada de la existencia de una necrópolis ni de inscripciones cuando todo parece indicar que las lápidas, junto a otras 4 más ya conocidas y catalogadas (CILAJaén, pp. 259-262), debían proceder de un lugar cercano a la villa que sirvió de necrópolis de la misma. Por desgracia, a día de hoy se descone el paradero de las lápidas mencionadas por Pastor y Stylow, con la pérdida consiguiente de restos que podrían proporcionar más información y ser expuestos en nuestros museos, rentabilizando nuestro patrimonio, y  no acabar en colecciones privadas de individuos de otras localidades o ¿quien sabe, hasta del extranjero?! Con seguridad fueron más de cuatro los epígrafes objeto de expolio, no obstante nos queda la experanza de que algún día podamos realizar una campaña de excavación que nos permita recuperar para su puesta en valor esa importante necrópolis romana y devolverle al  pueblo la parte de su historia que le ha sido robada.